miércoles, 22 de octubre de 2008

La Maleta





A cuántos no les ha pasado que, en la preparación del famoso equipaje de viaje, han terminado echándolo todo a la maleta "por si acaso". Pero, cargar una maleta más grande que yo y, definitivamente, más pesada que mi débil estructura... es algo que no permitiré.

Después de registrar en una libreta todos los posibles destinos que visitaré en mis vacaciones, anoté al lado de ellos las condiciones climatológicas y fenómenos del tiempo que puedan suceder. Después de echar un vistazo de arriba abajo llegué a una conclusión. Necesito una maleta nueva. Donde quepa, claro, toda mi ropa de otoño-invierno y algunas tenidas formales. Sin contar, claro, con las botas!


Resultado: debo llevar ropa muy abrigada "para la calle" pero sin descuidar que, cuando entre a una casa o a un lugar cerrado (desde el metro a un café) probablemente deberé quitarme los calcetines de lana para no morir de calor. 

Entonces. 
He abocado todas mis energías a encontrar "la maleta ideal".


Liviana (debo llevar máx. 23 Kgs), 
impermeable (es decir, las telas a parte de humedecerse, se manchan y después de un tiempo dejan de ser "chic"), 
con rueditas ultra firmes (para subir y bajar la vereda sin problemas) y 
segura (con sistema de seguridad incluído). 

...Ah, por supuesto, debe ser accesible.

jueves, 16 de octubre de 2008

Ahora sí


Dejando de lado mi afán por contar lo que vivo.. y procurando ver más allá de los árboles, el bosque, me encontré con una realidad espantosa (como misericordiosa, no fea). Por qué la gente escribe en estos blogs? Por puro placer o buscando algo?
Es decir, llevo años escribiendo y, de pronto un día, mi hermano mayor me empuja para que, de una vez por todas, escriba lo que escribo para mí y mi computador, pero en un "Blog".
Lo hago. OK. tengo ganas de que mi familia lea mis peripecias cuando esté lejos y no pueda pegarme al teléfono por horas (literalmente) para describir lo que ví, pensé, sentí e imaginé en la última hora.
Entonces, la polola de mi susodicho hermano me dice que hay una "bloguera súper famosa, argentina, a la que le hicieron un reportaje hace pocos días..." De intrusa, lo busqué y, pese a que no quería influenciarme por otras letras, leí el primer y sólo el primer artículo o publicación que realizó esta mujer.
Me pareció bueno. Muy parecido a lo que le he leído a varias amigas y, por ende, supuse que su fantástica fama venía de lo más sencillo: la cotidianeidad.
Pero. Hay un Pero. Bajé hasta "comentarios" y luego de arrasar con la vista los enunciados, sólo me quedó una sensación: fea, mala, censuradora o tal vez es misericordia. Por qué sólo comentarios aduladores? Es decir, claro... era un buen relato y bla bla bla.. pero se apunta a un costado de la página que "se ha habilitado la moderación de comentarios" por lo que "el autor del blog debe aprobar todos los comentarios" (valga la redundancia).
Y he aquí mi recriminación. No a ella, no al blog ni a mis burdas esperanzas de que mi familia sea la destinataria de mis cuentos y fábulas de la vida real. Mi recriminación va a todos los que escribimos en Blog. Los blogueros. (Porque desde hoy también lo soy.. .snif).
Y me pregunto.
Hasta qué punto somos escritores? O será una forma de decir "existo"? Es decir, en un mundo de miles de millones de personas, claro es que muchas escriben -con mayor o menor precisión, astucia, elegancia o sagacidad-, pero hacerlo públicamente podría destrozar cualquier impulso por no ser egoísta. Y yo quería no ser egoísta. No quiero, un día cualquiera, descartar aquellos comentarios "que no me parezcan", por ejemplo. Simplemente poner un tope quizás: los primero 20 comentarios quedan, el resto espera.

En fin.
Sé que pasarán años antes de que la vida o los ciudadanos del mundo me descubran. Así es que comenzaré a escribir de todo. Como hoy que comienzo.

Desde el comienzo

Todo pudo haber comenzado el día que nací. Pero, sinceramente, creo que una computadora no nace el día que la encienden y comienzan a usar los programas. Es decir, que desde mucho antes de lo que imaginamos, nacemos.

Y esta va a ser la historia de cómo el Universo ha ido conspirando en mi vida para que tome las decisiones justas, precisas, directas... que me llevarán al siguiente paso, al siguiente estado evolutivo o al siguiente estadio en el eslabón social.

Me llamo Claudia y esta va a ser mi historia.